Dios en el centro del comercio

La importancia de mantener un equilibrio entre lo empresarial y espiritual.

9/5/20251 min read

En un entorno donde muchas veces se separa lo espiritual de lo profesional, José Luis defiende que el equilibrio interior y la presencia de Dios en cada decisión empresarial pueden ser el punto de inflexión que transforme no solo negocios, sino sociedades.

Su testimonio es claro: hubo momentos en los que sintió que debía renunciar a sus sueños. Las deudas, la incertidumbre y las noches sin dormir lo llevaron a un punto de quiebre. Pero fue ahí, en medio del agotamiento, donde decidió cerrar los ojos y elevar una oración. “Me acordé de cerrar los ojos y alzar una oración a Dios. Y en cuestión de semanas, sin conocer mi trayectoria, una empresa me llamó y me ofreció justo lo que yo había dejado de esperar”.

Ese llamado lo llevó a dar capacitaciones por todo el país, a cambiar cajas por conferencias, y a esperar vuelos vestido de ejecutivo. Para él, no fue suerte ni coincidencia: fue la mano de Dios respondiendo a una oración sincera.

Los saltos empresariales son saltos de fe

José Luis lo tiene claro: emprender es un acto espiritual. No siempre se ve el camino, pero cuando se da el paso con fe, Dios sostiene. “Hay ocasiones en las que uno dice: no sé por dónde va a venir. Pero cuando uno da ese salto de fe, Dios te sostiene”.

Consejo para nuevos emprendedores

Su mensaje para quienes están comenzando es directo y desafiante:

“No basta con tener ideas. Hay que accionar. El primer paso es el más difícil, pero sin acción no hay resultado. Y ese paso debe darse con fe”.